Entre 1958 y 2018, un estimado de 17 mil 778 niños han sido reclutados para participar en el conflicto armado colombiano. Varios informes recientes muestran indicios de que el problema resurge. Leidy, una excombatiente reclutada en su infancia cuenta su historia con fe en que la memoria y la verdad garantizarán la no repetición. Miembros de las Farc en una marcha militar en 2001. Los niños en sus filas fueron uno de los principales reproches del Gobierno colombiano durante las negociaciones en La Habana. Foto: Newsweek. Leidy tiene 23 años, 39 menos que el conflicto armado colombiano, una guerra que ha cobrado la vida de más de 200 mil personas desde 1958. Su historia es la de las víctimas, pero también la de los victimarios , una que es muy importante escuchar hoy, cuando aún se debate sobre si los niños que son obligados a usar un arma ¿son el enemigo o deben ser protegidos? Vivió con su papá hasta los ocho años, su madre murió cuando ella tenía cuatro en un encuentro fun
( La siguiente entrevista fue realizada en el marco de la XXII Feria Internacional del Libro de Bogotá en 2009, exactamente el día miércoles de 19 de agosto. Buena parte de ella fue publicada por un importante diario de la capital colombiana en su edición del día 21. A continuación y dada la innegable importancia del entrevistado, la reproduzco en su totalidad, incluyendo los detalles que, por motivos de espacio, no pudieron ser publicados en papel ). Por J. Bermellón MOGADOR se ve desde el mar, por cualquier ventana, a través del humo, las lágrimas y, mejor aún, desde las calles, pues más que una región que suena imaginaria, es una mujer, cuyos aromas y humedades fueron la inspiración que llevó al celebre escritor y editor mexicano, Alberto Ruy Sánchez, Caballero de la Orden de las Artes y las Letras del gobierno francés, a crear historias, un placer para él comparable solo con el amor de una mujer. ¿Cómo llegó a las letras? ALBERTO RUY SÁNCHEZ: Con un hecho familiar. Mi fam
( La puede cantar como mantra o con estilo punk, nunca como canción social ) A cómo el tomate picho A como está la cebolla Se venden todos los hijos Se llora al cortar la hoja Se vienen los campesinos Vendidos vendiendo cosas Su venta duele en el lecho Del hambre que no perdona “Voy a cómprame un aguardiente Voy a comprarme una finca bella Le pago a los delincuentes Por vigilarme la borrachera” Se caen todos los precios Se cae toda la gloria Se vuelven inmarcesibles La impunidad y la deshonra “Porque será que hoy te amo menos Viejita bella, viejita hermosa Mientras yo vendo, tu solo espejo Mientras tu espejo, yo vendo Colombia”. “Voy a comprame un aguardiente Voy a comprarme una finca bella Le pago a los delincuentes Por vigilarme la borrachera”
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