(En la fría Bogotá, la brisa hizo que me topara con tu calor, como un buen vino cerca de una fogata). De tu vino sutil, como en un río, crecen las flores de tus risos y hasta al mar de tu vino sutil, como en el frío, se escriben lineas en tus labios y al cantar... Embriagame de tu espera, de vino color de lápiz y labios sabor a pera. De tu vino sutil y de tus labios, nos beberemos gota a gota la verdad. De tu vino sutil y de tus manos me prenderé como aprendiendo a caminar. Embriagame de tu espera, de vino color de lápiz y labios sabor a pera. En el papel febril de tu mejilla, dibujaré con mis dos manos el andar, de quien yo quiero ser, entre tu risa, un nuevo mapa para por ti navegar. Embriagame de tu espera, de vino color de lápiz y labios sabor a pera. Embriagate y date cuenta que seremos pan y vino regados sobre la mesa.