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"Mientras estemos olvidados no va a cambiar nada". Vuelve el reclutamiento forzado de menores a Colombia

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Entre 1958 y 2018, un estimado de 17 mil 778 niños han sido reclutados para participar en el conflicto armado colombiano. Varios informes recientes muestran indicios de que el problema resurge. Leidy, una excombatiente reclutada en su infancia cuenta su historia con fe en que la memoria y la verdad garantizarán la no repetición. Miembros de las Farc en una marcha militar en 2001. Los niños en sus filas fueron uno de los principales reproches del Gobierno colombiano durante las negociaciones en La Habana. Foto: Newsweek. Leidy tiene 23 años, 39 menos que el conflicto armado colombiano, una guerra que ha cobrado la vida de más de 200 mil personas desde 1958. Su historia es la de las víctimas, pero también la de los victimarios , una que es muy importante escuchar hoy, cuando aún se debate sobre si los niños que son obligados a usar un arma  ¿son el enemigo o deben ser protegidos? Vivió con su papá hasta los ocho años, su madre murió cuando ella tenía cuatro en un encuentro fun

Vendo Colombia (canción incorrecta)

( La puede cantar como mantra o con estilo punk, nunca como canción social ) A cómo el tomate picho A como está la cebolla Se venden todos los hijos Se llora al cortar la hoja Se vienen los campesinos Vendidos vendiendo cosas Su venta duele en el lecho Del hambre que no perdona “Voy a cómprame un aguardiente Voy a comprarme una finca bella Le pago a los delincuentes Por vigilarme la borrachera” Se caen todos los precios Se cae toda la gloria Se vuelven inmarcesibles La impunidad y la deshonra “Porque será que hoy te amo menos Viejita bella, viejita hermosa Mientras yo vendo, tu solo espejo Mientras tu espejo, yo vendo Colombia”. “Voy a comprame un aguardiente Voy a comprarme una finca bella Le pago a los delincuentes Por vigilarme la borrachera”

Roma

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" Hay piedras, hay ruinas oyéndome hablar, oyendo decir: te amo, te amo "  Ruinas, Silvio Rodríguez.   (Foto original de  Martín Lopatka. CC) En la pura soledad, que está llena a medias de recuerdos de ti, grita toda una ciudad que predica mientras muere y niega morir. Aunque se le va el calor. Por todas sus calles una turba inhala porque quiere cantar con desesperación con la voz más visceral y yerta quiere hacerse escuchar Y así se le va el calor. Como a ti se te va el calor. Es tu ciudad que me invade y se le va el calor. Como se te va el calor al protestar, Porque deje yo de sonreir, Porque deje yo de cantar, Porque deje yo de vivir. De vivir sin ti. De vivir sin ti. Sin mi se te va el calor. Se te va el calor. En la plena oscuridad, Ya no existes, ya no queda nada, Solo queda reir.

Pájaros

(Original del 04/04/2010) El niño llora porque las palomas huyen de él… Por qué, si no soy malo, se pregunta. El tiempo pasó… Aún no tiene respuesta Se me han llevado a la noche, toda la tierra se me han rodado, fugitivas, todas las letras. Y mis canicas, esas que acumulé, con tanto brío, yo, con tanto frío, yo. Se me han perdido, se fueron de mi, como tras mi correr vuelan los pájaros. Se me ha enredado, en la boca, solo un cabello. Tantos perfumes, tantos goteos… solo un cabello. Y los amigos, de esquina y balón, ya dejan de vivir, comienzan a morir, empiezan a sentir, como se vuelan las tardes de sol, como una lágrima sobre los pájaros. Y cantan pájaros. "Por qué se vuelan los pajaritos, Si ya no corro, Si estoy quietito". No es posible que sea egoísta, esta nostalgia. Tanta nostalgia.

Nostalgia

(Original del 21/04/2009. Revisado el 21/12/2012.) Es de día que las noches se presentan como vagos recuerditos acallados, como olas naranjadas, como vientos empapados. Es de día que te extraño, es la noche bienvenida a manos que son día a tu noche en mi costado. Es impulso el que llena mis latidos de fugaces golpeteos de tu nombre, como mantras endulzados, como tambores de roble. Es ahora que soy hombre, y aunque no sea el más sabio, celebro esos, tus labios, que se mojan con mi nombre. En los mapas se me nubla tu camino esos trazos de caballo por la hierba como blanco en la mañana como arena en las estepas. Hoy no llores, nunca temas, este rito no es derroche, ni aunque quede yo en la noche tan borracho de tus piernas. Hoy es dulce el sabor de la nostalgia entre guerras que se libran entre cuerpos como grita una sonrisa como el vino entre tus dedos. Pon mis pasos en tu tiempo, en recuerdos de tu infancia, sea hoy mi amor tu gracia, mi prisión

Joroba

La joroba que me crece crece sin mi, pero es mía. No es un grano No es desperdicio No es líquido, ni le sobra a mi cuerpo la joroba que me crece es mía. Yo la alimento. La joroba que me crece es parásita de sensación por cuanto me toca, me traga agiganta su buche se llena de agua y me seca no puedo llorar al verla arden mis ojos, me hierve la garganta La joroba que me crece se traga mis besos suda mis alegrías con poros abiertos al cielo. La joroba que me crece es liviana como pétalo fragante como sonrisa. Más se pone pesada como causa se pone firme como creencia se cae como argumento me duele cuando desespera. La joroba que me crece es metáfora es eufemismo es alteración, surrealismo. Literalidad.

Ladrón de ríos (fin del caudal)

Brota de entre tu vientre una miel desmedida; ríos que no comprendo no me ahogan ni me alientan. Y huele, lo que ya es mar, a guerras y bombas, a rosas violentas, a sal que se quema, en un soplo azucarao. Y sabe a canción de bar, a beso en discordia, a dolor de cabeza, sabe al llanto de la gloria, a la muerte de un volcán. ¿Pero cómo repito el mar? ¿¡Un secreto de Dios hecho grito!? ¡Cómo blásfemas! y a este hombre le arrancas un niño. No me basta llorar, al ver la creación hecha hilos gotas de leche que resbalan por suaves delirios. No me dejes ver el fin del caudal y sentir que estoy nadando en una fuente. Traigo a la muerte corta, le he robado su tierra y su tiempo, quiero mojarla de la miel que brota de tu cuerpo. ¿Quieres saber de mi?, soy ladrón de laderas y ríos, no tengo barcas solo el nado y un poco de frío. No me dejes ver el fin del caudal y sentir que estoy nadando en una fuente. Puedo morirme ya y sonrió como Prometeo No, no robé